Vuelvo de nuevo a la música española. En esta ocasión le toca el turno al padre José Antonio Donostia (1886-1956) (o José Antonio de San Sebastián, o Aitá Donostia, en función del maniqueísmo farsante que se prefiera) .
Vasco de nacimiento, el padre Donostia fue un gran estudioso y amante del folclore de su tierra natal, que reflejó en muchas de sus obras utilizando un lenguaje próximo a Debussy, su principal referencia musical. En las obras recogidas en este disco ambos elementos son patentes, y el resultado está realmente conseguido.
La música es absolutamente deliciosa, mejorada por una interpretación soberbia de la Orquesta sinfónica de Euskadi (o en su versión inglesa, Basque National Orchestra, nótese la traducción). La coral Andra Mari ofrece también una interpretación magnífica, y la presentación del disco está muy cuidada, con un libreto de 44 páginas en euskera, español, inglés, francés y alemán.