3/21/2008
Clásicos para esta primavera (II)
Se llevan, definitivamente, la claridad y las transparencias. Y también la ligereza. Y los colores exuberantes, casi ravelianos. Además, Philippe Herreweghe, que prosigue la integral de las sinfonías de Beethoven, añade a su interpretación una sabia dosis de retórica y de apurado sentido del drama y de la declamación. A lo mejor es extraño elogiar con semejante descripción una grabación que incluye la célebre quinta, aquélla que le hizo exclamar a E.T.A. Hoffmann que la música de Beethoven era absolutamente romántica. Le acompaña la octava, que es desde siempre mi preferida, una especie de reafirmación luminosa de la meta alcanzada en la sinfonía en do menor. Per aspera ad astra.