© Hiromichi Yamamoto
He llegado hace un rato del Teatro Real. Escuchándole, he tenido aquella experiencia rara y feliz de desear que su canto no acabase. Espero poder repetirla. Estoy segura que quienes leen este blog saben a qué me refiero y la han vivido alguna vez, en un teatro o en una sala de conciertos.