2/27/2006

DVD'S

Some days ago I finally got two dvds I have been waiting for a long time. Glyndenbourne performance of Gershwin's Porgy and Bess and John Adam's The Death of Klinghoffer.
Gershwin's opera, despite of its collage appearance and all its dramatic lacks, has always been one of my favorites since I was a child (probably thanks to the extraordinary recording by Simon Rattle).
Mi sorpresa ha sido mayúscula cuando he visto la realización del DVD, similar a aquellos bienintencionados pero intragables híbridos cinematográficos de Zefirelli. En mi opinión, la realización de Glyndebourne, como las del director italiano en su día, fracasa doblemente: por un lado, no consigue transmitir una imagen verosímil de la trama al imitar el modelo cinematográfico (dado que la acción no puede en modo alguno desarrollarse a la misma velocidad ni con la misma linealidad); por otro, el playback de los cantantes resulta totalmente insufrible, al menos, para el público acostumbrado a ver ópera.

La muerte de Klinghoffer se sitúa, no obstante, en el extremo contrario. Montaje también fílmico, la ópera de John Adams es el producto de una colaboración intensa y muy fructífera entre director cinematográfico y compositor. Gracias a ello, el desarrollo del argumento resulta totalmente convincente y, referencias a la calidad de la música aparte (ésa es harina de otro costal), el desarrollo dramático está extraordinariamente conseguido. Bajo mi punto de vista, tres son los grandes logros de la realización:
1) Las escenas resultan totalmente verosímiles, sin provocar estancamientos de la acción ni cortes en el progreso del discurso musical. Ejemplos de ello son la escena del secuestro y toma de rehenes ('We are not criminals and we are not vandals, but men of ideals') o la emotiva escena del asesinato de Klinghoffer.
2) La interpretación de los cantantes es magnífica, de los que destaca un Tom Randle en estado de gracia.
3) La conjunción de música y realización es casi perfecta. Los giros agresivos de la música se corresponden en muchas ocasiones con enfoques nerviosos, agitados o compulsivos de la cámara (como en la escena de la granada o los momentos previos al asesinato de Klinghoffer), al igual que secuencias largas y melódicas corresponden con planos largos, planos-secuencia o travellings (por ejemplo, el momento de arrojar el cadáver con la silla de ruedas por la borda). Del mismo modo, la intercalación de imágenes reales suele ser recurrente y bien traída, algo bastante difícil en un argumento como éste (recordemos que las imágenes de los asesinatos de palestinos fueron duramente criticadas por los judíos norteamericanos, que llegaron a boicotear el estreno de la ópera en San Francisco).

No soy en absoluto un fan de John Adams, pero creo que esta producción es una de las más recomendables en el mundo de la música contemporánea y, desde mi punto de vista, la mejor realización fílmica hasta la fecha, incluso por encima del magnífico Trouble in Tahiti de Leonard Bernstein publicado en Opus Arte. Para encontrar más información sobre la ópera, ver aquí, aquí o aquí.

2/22/2006

Malo...

... cuando ya hay quien empieza a reflexionar sobre el futuro sin música.

Otello e os cartoons

A crítica à última montagem do Liceu - um Otello encenado por Willy Decker e dirigido por Ros Marbà, com José Cura no papel titular – não tem tido uma recepção unânime.

Vi a representação de ontem através da net, graças ao projecto Òpera Oberta, e, globalmente, pareceu-me um espectáculo bastante fraco. Tenho ainda fresco na memoria o Otello que abriu a presente temporada do São Carlos e tive de preparar o seminário de apresentação da obra na minha universidade. Isso também não contribuiu para motivar a minha benevolência.

A desafinação-de-estudantes-de-conservatório dos contrabaixos da orquestra do LIceu que precedeu a entrada de Otello no quarto acto parecer-me-ia suficiente para dar nota negativa à execução que, sob a batuta de Ros Marbà, nunca ultrapassou o nível do medíocre. José Cura como protagonista, também não deixa saudades e a Desdemona de Krasimira Stoyanova (uma excelente cantante, essa sim, elogiada por todos) teria sido melhor apreciada com outros companheiros. No entanto, eu, fiel que sou à minha Theodossiu, ainda me arrepio a pensar na sua Canção do Salgueiro e na sua Ave Maria, enquanto a Stoyanova não me provocou a menor empatia. É verdade – aceito – que estar no teatro é outra coisa.

A encenação de Decker é uma reposição da estreada no teatro de La Monnaie na década passada. Com o seu acento na ruptura com a fé cristã de Otello, que chega a quebrar uma cruz em palco, fez-me pensar na polémica do momento. Os Jagos desta planetária e sangrienta encenação actuam como imaginaram Shakespeare e Verdi.

2/19/2006

Acoso sonoro

Es el título de un cuento leído aquí.

Para saber más sobre su autor, basta clicar aquí y aquí.

2/12/2006

Flauta Bansuri



O indiano Prasad Bhandarkar é engenheiro de profissão e está estabelecido em São Francisco. Apresenta-se regularmente em concerto, tocando a flauta Bansuri – que consiste numa cana de bambu ferida de uns quantos buracos e que tem um som lindíssimo.
Bhandarkar é respeitador da tradição musical do seu país. Todavia, há semelhança de tantos outros músicos, apercebeu-se das potencialidades da web para divulgar o seu trabalho. Disponibiliza-nos, por isso, um site onde podemos escutar a sua música, visionar pequenos vídeos de carácter divulgativo, e ficar a saber um pouco mais sobre a música indiana e sobre a sua actividade de músico. Ficamos, por exemplo, a saber que o seu «guru» é Pt. Hari Prasad Chaurasia, que tocou no CCB em Abril de 2003; também que pondera dar aulas de flauta pela internet, mas que ainda não encontrou o formato ideal.
Quem se interessar, pode subscrever este Podcast gratuito [The Hindustani Classical Music Podcast], de onde emerge uma sonoridade irresistível – ora meditativa, ora alegre, ora erótica ...
Não sendo muito atento a este universo, chamaram-me recentemente atenção para outro representante da nova geração de músicos indianos: Krishna Bhatt. Também a sua música pode ser escutada na web, aqui.
Boa viagem.

2/09/2006

Grabaciones de Steve Coleman gratis

El gran saxofonista Steve Coleman, una de las grandes referencias del jazz actual, ha decidido permitir la libre descarga de gran parte de su discografía. Lo podéis encontrar aquí (las grabaciones están en su mayoría comprimidas en .mp3 a 128kbps, por lo que la calidad es aceptable).
Coleman es una de las figuras del movimiento M-Base, y en su estilo se pueden encontrar reminiscencias folk, funk y elementos de música electrónica y africana.

Es increíble cómo este tipo de iniciativas, siempre saludables, ha comenzado a multiplicarse en la red, algo que a los aficionados nos está dando más de una alegría. Gracias a la libre difusión que permite Internet, los artistas pueden ahora promocionar su creación sin pasar por los filtros de las discográficas ni de las sociedades de autores (generalmente ocupadas en otros quehaceres). Este fue el caso de Maria Schneider, primera artista mundial en ganar un Grammy sin haber pasado por los medios de difusión tradicionales (su disco "Concert in the garden" fue distribuido únicamente por Internet y financiado por las aportaciones de los fans).

Encuentro dos motivos para este tipo de iniciativas: uno ideológico y otro económico. Por un lado, existe una conciencia democratizadora de la cultura que ha visto en Internet un gran aliado (este es el caso del proyecto M-Base). Por otro, no debemos olvidar que los beneficios que obtienen los artistas provienen fundamentalmente de los conciertos y no de los discos. Con la difusión gratuita de la música los posibles receptores se amplían enormemente, y las posibilidades de conciertos en directo también...

Steve Coleman's recordings FREE!!

If you like the great saxophonist Steve Coleman, you can download the majority of his recordings in this web: http://www.m-base.org/sounds.html.
The downloads are totally free and legal.

2/06/2006

La dirección de escena de Wozzeck en el Liceu


Cuando uno presencia el Wozzeck que nos ha ofrecido Calixto Bieito en el Liceu no puede dejar de experimentar una cierta sensación de deja vù. Automáticamente uno recuerda aquellos fantasiosos mundos apocalípticos diseñados en la era analógica, como la magnífica y aterradora ciudad soñada por Fritz Lang en su obra maestra Metrópolis.

Algunos han justificado la postura del director arguyendo que el expresionismo desfiguraba la realidad para mostrar su lado más salvaje, como en aquellos mutilados de Grosz (que encuentran un magnífico paralelismo en las figuras del capitán y el doctor) o en los decorados de Wierne para su Gabinete del doctor Caligari. Pero lo cierto es que la generación de Berg conoció las aberraciones de la militarización y la guerra (el propio compositor tuvo experiencia en el ejército), y esa deformación era perfectamente asumible para una generación pauperizada y alienada por la Gran Guerra. En cambio, las autopsias en vivo, los trabajadores viviendo en containers rodeados de desechos químicos (cuando no arrastrándose por el suelo comiendo vísceras humanas), el sexo con cadáveres, los niños atacados por una leucemia imparable y el Tambor Mayor convertido en un Elvis decadente poseen una muy lejana relación con la realidad palpable e, incluso, imaginable.

Quizá al director de escena le hubiera interesado más trasladar la ópera al tristemente célebre barrio de Las Barranquillas, pero estos nuevos Wozzeck no existen, ni para los nuevos capitanes, doctores o Tambores Mayores, ni para ningún miembro, como él, del flamante “progresismo de salón”.

2/04/2006

Miguel Harth-Bedoya

Fixem o nome: Miguel Harth-Bedoya. Dirigiu esta semana a Orquestra Gulbenkian num programa com obras de Lopes-Graça, Rachmaninov e Tchaikovsky.

A acreditar no post do Henrique (relativo ao concerto de quinta), na sexta-feira as coisas correram de forma muito diferente. Os músicos da OG empenhados e entregues ao gesto do maestro, o público cortês e elogioso com Sequeira Costa e mostrando o seu apreço à arte de Harth-Bedoya. Ouvimos algum toque de telemóvel, claro, e também houve quem não conseguisse dominar o seu entusiasmo após o terceiro andamento da “Patética”. Neste ponto, ontem, maestro e orquestra foram compensados com um caloroso aplauso. Mas estas são coisas sem importância.

O que realmente interessa é chamar a atenção para o maestro. Eu gostei particularmente da excelência da sua técnica e do seu gesto atlético e claríssimo. Na “Patética”, mostrou a sua cuidadosa e pessoal leitura da obra. Muito bom no primeiro andamento. Eu prefiro a valsa mais graziosa, mais Belle Époque (Mengelberg, por exemplo?), mas também isso é pouco importante. O terceiro andamento – como se viu – foi brilhante e deixou impressionado ao público. A mim impressionou-me particularmente a maneira como conseguiu transformá-lo, no fim, numa espécie de violento pesadelo. O Finale, esse, foi de antologia. Um fraseado delicadíssimo, impecável e com um uso subtil e expressivo dos acentos. Tudo num só gesto, conseguiu manter e modular a tensão ao longo do andamento, do princípio até ao fim. Quando, por fim, o som se desvaneceu e chegou o silêncio, a sala ficou em suspenso.

A Orquestra Gulbenkian, por seu turno, voltou a mostrar o que já sabíamos: que é um agrupamento excelente. Parabéns a todos os solistas, e especialmente ao primeiro violino.

Nota 1. Admito, porém, a minha suspeita parcialidade: o rapaz é bonito, dirigiu há uns meses uma ópera de Golijov inspirada em Lorca que eu adorava ter visto (comentários aqui, aqui, aqui e aqui) e, ainda por cima, parece buena gente.

Nota 2. E que tal dirigir o investimento em promover a formação de maestros? Há dias, a Orquestra Metropolitana, sob a batuta de Michael Zilm, transfigurou-se. Entretanto, escutei a Orquestra Sinfónica Portuguesa dirigida por um maestro medíocre a fazer – acreditem só, como isso é possível! – uma versão chata da quarta de Schubert. Os músicos estavam a tocar como se de um grupo de câmara se tratasse... Sexta, a Orquestra Gulbenkian mostrou – mais uma vez - aquilo que é capaz de fazer quando tem à frente um maestro como deve ser…

2/03/2006

Schreker no Estoril




















Amanha, pelas 18 horas, no Museu da Música Portuguesa-Casa Verdades de Faria (Monte Estoril), vai ser lançada a edição da sonata para violino e piano de Franz Schreker. Trata-se de uma obra de juventude que tinha permanecido inédita até hoje.

A ligação do compositor austríaco com Cascais explica-se aqui.

A obra também foi gravada por Istvan Balazs e por Anna Tomasik e será interpretada no dia do lançamento.

2/02/2006

O outro centenário

Posted by Picasa


«Since I personified the savage on the stage, I tried to be as civilized as possible in daily life.»

Mais do mesmo (a quota, claro)

Depois do artigo assinado por Manuela de Melo e de Arons de Carvalho, só podia vir isto:

«É evidente que é necessário tomar medidas, legislativas e administrativas, para protecção e fomento da criação musical portuguesa. E é também verdade que as rádios devem ser chamadas a partilhar essa responsabilidade, tal como outras entidades, editoras incluídas. Mas isso só pode ser feito em termos que, além de respeitarem, como é óbvio, as regras constitucionais e o direito europeu, revelem equilíbrio e ponderação cuidada da realidade do meio rádio e que sejam intérpretes sensatas dos princípios de adequação e proporcionalidade.

[...]

Deve o Estado manter-se como regulador e respeitar a liberdade individual dos responsáveis pela programação dos operadores, ou deve, ao invés, assumir-se como intervencionista e limitar a liberdade de programação impondo quotas?

[...]

Impor uma quota é limitar as escolhas dos responsáveis das rádios, é condicionar os projectos editoriais dos operadores, é consagrar um Estado dirigista em detrimento do Estado que respeita a liberdade e a autonomia dos operadores e que dá espaço a uma dinâmica criadora, própria do ambiente cultural, com neutralidade e confiança no indivíduo e nas suas escolhas livres.

[...] as rádios tenderão a baixar de qualidade e perderão ouvintes para meios alternativos que concorrem hoje directamente com a rádio, como sejam a Internet os CD ou o MP3, onde, por natureza, não há quotas e o ouvinte ouve o que quer quando quer, e não o que as quotas impõem. O legislador, ao aprovar esta lei, não compreende que no século XXI a rádio concorre directamente com novos meios e que os ouvintes têm on demand uma multiplicidade de alternativas à disposição. Se à rádio de sinal aberto lhe é coarctada a liberdade para responder aos novos desafios, ficará sujeita ao risco de definhar lentamente como meio, uma vez que os ouvintes irão à procura noutros meios do que querem ouvir.

[...]

Por este caminho, ficamos todos à espera do dia em que as televisões serão obrigadas a emitir 40 por cento de filmes e séries portuguesas, e aguardamos expectantes o dia em que os cinemas ficarão obrigados a ter em cartaz 25 por cento de películas nacionais. Tudo a bem da mesma ideia de defesa da cultura e fomento da produção nacional.» [Pedro Pestana Bastos dixit no PÚBLICO de hoje]

2/01/2006

Coisas fantásticas lidas no Público

Escreve a Cristina Fernandes, enviada em Nantes para assistir a La Folle Journée (no Público de anteontem):

«No escaparate dos intérpretes foi incluído o nome de Ana Mafalda Castro, mas a sua secção está vazia. Não pelo facto de a cravista não ter nenhum CD, mas porque os exemplares que ficaram em stock na EMI foram destruídos, devido aos armazéns estarem super-lotados.

[...]

"Em Portugal o património musical é muito pouco valorizado, falta investimento nessa área, tanto do Estado como da sociedade civil. Há uma tendência para não gostar do que é nosso. Num país onde nenhum representante do Estado sentiu obrigação moral de ir ao funeral da D. Helena Sá e Costa, uma espécie de Amália da música clássica, não se pode esperar grande coisa." [Ana Mafalda Castro dixit].

[...]

"Nem sempre a música portuguesa tem sido abordada com a necessária ética moral." [Massimo Mazzeo dixit

No Público de domingo:

«O CCB ainda não garante que a festa [a Festa da Música] continuárá a ser anual. "De momento não me é possível responder a essa pergunta. Mas, enquanto o público corresponder à nossa programação, nós dar-lhe-emos uma continuidade anual.", disse agora Margarida Veiga [administradora do CCB].»

No Público de hoje (
Manuela de Melo e Alberto Arons de Carvalho dixerunt no artigo "Música portuguesa: uma lei excepcional mas necessária"):

«Neste contexto, tornou-se mais evidente o profundo divórcio existente entre a procura dos públicos, expressa nos números relativos à venda de álbuns de música lusófona e/ou de produção nacional, e a oferta disponibilizada pelo conjunto dos principais operadores de radiodifusão, que desvalorizavam claramente a sua difusão.

[...]

É possível que haja diversas medidas susceptíveis de minorar os graves efeitos que esta situação acarreta para a difusão da música portuguesa. Todavia, depressa se percebeu, no prolongado conjunto de debates proporcionados pela discussão das iniciativas legislativas apresentadas por todos os partidos parlamentares, que as quotas de difusão seriam o mecanismo mais eficaz.

[...]

[A Lei da Rádio] mantém um adequado equilíbrio, na utilização de um bem público finito, entre a liberdade de programação dos operadores de radiodifusão e a salvaguarda da defesa da cultura e da língua portuguesas. Define música portuguesa da forma mais consentânea com a dimensão e a diversidade da presença da língua e da cultura portuguesas no mundo. Permite um ajustamento anual do valor da quota exigível aos operadores, a fixar pelo governo depois de ouvir o conjunto dos interessados.

[...]

Ninguém ignora os desafios da radiodifusão digital, que os recentes governos do PSD atrasaram e até ridicularizaram, ou os novos meios de difusão da música, desde as rádios on-line até ao podcasting. Eles exigirão, mas apenas a prazo, uma nova ponderação do alcance desta lei, assumidamente de carácter excepcional e transitório, que visa responder de forma eficaz e realista a uma situação actualmente inaceitável.»

Contra factos, afinal há argumentos

Va scorrendo, va ronzando,
Nelle orecchie della gente
S'introduce destramente,
E le teste ed i cervelli
Fa stordire e fa gonfiar.

Canta-o o Basilio do Barbero: La calunnia è un venticello… A estreia da ópera realizou-se em 1816, ou seja seis anos antes da estadia de Rossini em Viena. Servindo-se da influência de Salieri, conseguiu visitar Beethoven. Este, ao ver os dois italianos, teria dito qualquer cosa como “mas, o que é que está vocé a fazer junto ao assassino de Mozart?”. Nos anos 20 a calúnia circulava por Viena, inclusive em folhas soltas. Depois, em 1830, Pushkin transformou a calúnia em teatro nesta intragável cena melodramática.

Os dados que contrariam a tese do envenenamento de Mozart são numerosos. Alguns estão reunidos neste bem-humorado artigo, cuja leitura se recomenda, do brilhante Albert Borowitz (vale a pena dar também uma vista de olhos no resto dos textos aqui reunidos: o conselho é para quem goste como eu dos crimes de ficção).

O argumento mais contundente dos referidos nesse artigo é, sem dúvida, o de um musicólogo soviético que confirmou a culpabilidade de Salieri invocando um documento que Guido Adler, considerado o fundador da musicologia académica, teria mostrado ao seu professor na Rússia, Boris Asafiev, e do qual não há – por supuesto – rasto. Musicologia histórica no seu melhor.

Há uma segunda tese – também recolhida por Borowitz – que é a do assassínio de Mozart em mãos da maçonaria em castigo por ter desvendado alguns dos seus segredos rituais na Flauta Mágica. Foi uma invenção da musicologia nazi.

Outra questão fulcral é a do tempo que fazia no dia do funeral de Mozart. Chuva, neve, um frio de rachar… É por isso que, como se sabe, a sua leviana Costanza não assistiu. Infelizmente para os amantes da boa literatura romântica, o musicólogo Nicolas Slonimsky estragou a história ao ter procurado (e encontrado) a informação meteorológica desse dia: média de três graus e vento de leste fraco. O seu artigo foi publicado em The Musical Quarterly em 1960. Afinal, no último dia em que o corpo de Mozart esteve sobre a terra soprou um soave vento…

Os boatos sobre a morte de Mozart estão resumidos aqui. E quem goste de ver boas histórias estragadas, pode ler este artigo de Peter Brown, onde são assinalados alguns dos numerosos erros históricos do filme de Milos Forman.

Andei nestes dias entretida a ler estas coisas, mas o meu propósito não era lembrar os factos documentados relativos à morte de Mozart. Tratava-se, antes, de resumir o que se pode ler a propósito de Amadeus nas revistas de musicologia.

Houve, claro está, grande escândalo pela notável ausência de rigor histórico no filme. Também houve optimistas que viram nele uma forma de divulgação que, em última análise, só podia ser benéfico para a música clássica em geral (e para os professores de história da música em particular). Mas eu prezo particularmente um outro trabalho, publicado em The Musical Quarterly em 1992. Assinado por Joseph Horowitz (descrito por Greg Sandow como “activist scholar”, autor, entre outras monografias, de Wagner Nights: An American History e de The Post-Classical Predicament: Essays on Music and Society), o seu título é “Mozart as Midcult: Mass Snob Appeal” e começa assim:

“Mozart, who died poor, was ever a fallible self-promoter. His actual life, his actual music, while not unappealing, mainly interested a cultivated elite. It took Peter Shaffer, two centuries later, to make Mozart irrestible to millions of classical-music novices."

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