4/03/2005
El paisaje sonoro de la Guerra Fría
La foto es de inicios de los años 50 y la dedicatoria, firmada en octubre de 1955, está dirigida «To a wonderful director and friend, Eugene Ormandy, the first colleague of my concertwork in America». El retratado es Emil Gilels, uno de los mayores pianistas de todos los tiempos.
El 6 de noviembre de 1951, cuatro años antes de su primera digresión americana, tocó, en Florencia, obras de Mozart, Beethoven, Prokofiev, Rachmaninov y Balakirev. Ése fue su primer recital en Europa Occidental. La foto - no sé si son imaginaciones mías - retrata también la época: el gesto de los labios, la mirada triste, la condecoración que, supongo, es el Premio Stalin, con el que fue distinguido en 1946.
Todo este palabreado, al final, viene con el pretexto de los 20:41 de puro asombro de los que hoy he disfrutado escuchando la interpretación que hizo de la sonata «Appassionata», de Beethoven, en su presentación florentina. Todas las grabaciones de Gilels son, como se sabe, recomendables, pero ésta tiene como aliciente su importancia histórica: es un pedazo significativo del paisaje sonoro de la Guerra Fría.
Por si interesa: La referencia del CD es Music & Arts Programs of America, Inc. (AAD. UPC# 017685-11022-1.)